Fitzpatrick construyó la clínica de la fotobiología.
Lerner construyó la biología molecular del melanocito.
Harvard enseñó cómo tratar la piel frente al sol.
Yale enseñó por qué la piel responde como lo hace.
Juntos, sin habérselo propuesto, crearon el marco conceptual entero de:
fotomedicina,
pigmentación humana,
farmacología del melanocito,
fotoprotección moderna,
vitíligo, melanoma y salud pública cutánea.
En toda la historia de la dermatología, no ha habido un dúo más complementario.