Forma leucémica y eritrodérmica de linfoma cutáneo T (CTCL), caracterizada por eritrodermia difusa, linfadenopatía, prurito severo y células de Sézary (linfocitos T CD4+ con núcleo cerebriforme) en sangre periférica.
«El síndrome de Sézary es una enfermedad sistémica desde el inicio, con células malignas circulantes; el tratamiento debe ser sistémico, prolongado, inmunomodulador y selectivo, no solo cutáneo.»
Linfocitos T CD4+ neoplásicos → pérdida de diversidad T.
Sobreexpresión de CCR4, KIR3DL2, PD-1, CD52, CD30 variables.
Activación de JAK–STAT3, NF-κB, vías epigenéticas (HDAC).
Defecto inmunitario marcado → infecciones frecuentes.
Resistencia progresiva a terapias tópicas.
Eritrodermia (>80 % superficie corporal)
Linfadenopatía
Células de Sézary en sangre periférica
CD4/CD8 elevado, pérdida de CD7/CD26
Prurito extremo
Estudio de TCR monoclonalidad en sangre
(Prácticamente todo lo que es útil en SS es off-label.)
Corticoides tópicos
NB-UVB / PUVA (beneficio sintomático mínimo)
Bexaroteno (oral/tópico)
Metotrexato
Interferón alfa
Pilar clásico; mejora eritrodermia y citopenias.
Suele combinarse con fotoféresis o retinoides.
Retinoide rexinoide → potente en enfermedad sistémica.
Monitorizar hipotiroidismo e hipertrigliceridemia.
Eficaz en eritrodermia y prurito severo.
Menor potencia en carga tumoral sanguínea.
Alternativa para pacientes frágiles, menor toxicidad.
Control rápido del prurito y eritrodermia; no controla la carga sanguínea.
Una de las terapias más eficaces en SS.
Ideal en combinación con IFN o bexaroteno.
Excelente perfil de seguridad.
El biológico más eficaz en SS en la actualidad.
Alta tasa de respuestas en sangre, piel y ganglios.
Riesgo: enfermedad injerto contra huésped (en caso de TPH previamente).
Extremadamente potente; reduce drásticamente célula circulante.
Alto riesgo infeccioso → uso restringido.
Indicado en SS agresivo o refractario.
Solo si la enfermedad expresa CD30+.
Potente en enfermedad transformada o tumoral coexistente.
En fenotipos CD20+ (10–15 %).
Útiles cuando existe solapamiento MF/SS con infiltrado B o fenotipo mixto.
Muy útil en MF avanzada; respuesta variable en SS, pero clínicamente útil.
Beneficio en prurito y calidad de vida.
Alternativa similar, menor evidencia en SS.
(Cuidado: riesgo de exacerbación cutánea transitoria.)
Muy relevantes porque SS presenta activación JAK1/JAK3/STAT3.
Reduce prurito y actividad sanguínea en casos seleccionados.
Casos con respuesta en eritrodermia y síntomas sistémicos.
Alternativa útil en prurito extremo.
Datos emergentes → potente como rescate.
Fundamentales en SS refractario y MF tumoral.
Reduce carga tumoral y prurito; de uso oral.
Uno de los fármacos más eficaces en CTCL avanzado.
Muy útil en SS con MF foliculotrópica asociada.
Alternativas según disponibilidad.
HDAC débil, útil como coadyuvante epigenético.
Uno de los tratamientos más potentes para eritrodermia difusa.
Induce remisiones prolongadas, especialmente en combinación con IFN o ECP.
Para tumores cutáneos coexistentes.
Muy eficaz en enfermedad tumoral concomitante.
Alternativa en refractaria.
Únicamente en transformación a linfoma agresivo.
No recomendados para SS clásico por pobre beneficio y toxicidad.
→ Combinación “clásica” de mayor eficacia global en SS.
→ Muy útil en control simultáneo de piel y sangre.
→ Combinación moderna extremadamente potente.
→ Intermedia potencia con perfil manejable.
→ Potente pero exige monitorización estrecha.
ECP
Mogamulizumab
IFN-α
Bexaroteno
JAK en prurito refractario
TSEB
Romidepsin / Vorinostat
IFN + bexaroteno
Anti-PD1 en refractario
Alemtuzumab
Mogamulizumab
Rituximab si fenotipo CD20+
Considerar alogénico en adultos jóvenes (única opción curativa)
Brentuximab vedotina
Radioterapia
Combinación con IFN / HDAC / anti-PD1
El Síndrome de Sézary no es una enfermedad cutánea: es un linfoma sistémico con manifestación cutánea.
Mogamulizumab es hoy el fármaco más eficaz para el control de la sangre en SS.
La fotoféresis extracorpórea es clave: mejora inmunidad, piel y síntomas con excelente tolerancia.
La combinación IFN + bexaroteno es más eficaz que cada uno por separado.
Los JAK inhibidores reducen prurito y eritrodermia incluso cuando fallan terapias clásicas.
Los inhibidores HDAC (romidepsin/vorinostat) son esenciales en SS refractario y MF asociada profunda.
Evitar corticoides sistémicos a largo plazo: empeoran inmunidad y favorecen progresión.
«El síndrome de Sézary exige terapias sistémicas selectivas: fotoféresis, mogamulizumab, retinoides, interferón, HDAC inhibitors, anti-PD1 y JAK; con TSEB y combinaciones avanzadas para controlar una enfermedad que es tanto hematológica como cutánea.»